En Requejo de Sanabria, a escasos kilómetros de nuestra casa rural Luz de Hadas, podemos sumergirnos en un lugar mágico, el bosque del Tejedelo.
Este bosque se compone de tejos con más de 1000 años de antigüedad, estos árboles tienen un alto valor ecológico y este ecosistema está protegido como Lugar de Importancia Comunitaria integrándose en la Red Natura 2000 de la Unión Europea.
Como podéis observar en las fotografías son árboles muy grandes que pueden llegar a medir hasta 20m y con un gran diámetro en el tronco. Llegan a vivir hasta los 4.000 años.
En la antigüedad llegó a conocerse como “árbol de la muerte”, no en vano todas las partes del árbol contienen una sustancia tóxica llamada taxina, que en grandes cantidades puede producir parálisis en el corazón. Julio César en uno de sus libros narra como el jefe Catuvolcus se suicidó bebiendo una infusión preparada con corteza de tejo. Lo curioso es que en contraposición también eran conocidos sus poderes curativos, considerándose antirreumático, abortivo, antimalárico e incluso se usaba como antídoto para mordeduras. Incluso de sus hojas se extraen componentes químicos que usa la industria farmacéutica para obtener un agente anticanceroso.
Además, el tejo era para los pueblos Celtas un árbol sagrado y místico formando parte de sus rituales, probablemente por su longevidad. También lo usaban para realizar arcos y flechas.
Como llegar a Requejo desde Puebla de Sanabria
Ruta de senderismo
La ruta esta muy bien señalizada desde el pueblo de Requejo, tiene una distancia en total de 5,6 kilómetros, las balizas son amarillas y blancas. En principio es una ruta fácil pero tiene tramos de fuertes pendientes (la subida hasta el mirador -a una altura de 1390m sobre el nivel del mar) y zonas con ortigas, algo que debemos tener en cuenta si vamos a realizar la ruta con niños pequeños. Aproximadamente la ruta del Tejedelo tiene una duración de unas 3-4 horas, dependiendo de nuestro ritmo y paradas.
Es una ruta especialmente bonita al llegar a los tejos y que os recomendamos, merece la pena el esfuerzo de la subida por ese aura que se respira en el que parece que entre esos árboles milenarios vayan a surgir hadas o duendes.
Si tenéis alguna pregunta sobre esta ruta o cualquier actividad de la zona, no dudéis en preguntarnos.